viernes, 2 de julio de 2010


Nuevas luces vió en su calle
tras la cortina y en su casa a oscuras, observaba el exterior.
No podía creerse que las novedades en su vida se fueran a esfumar
tan rápido como habían llegado;
sin saber exactamente hasta qué punto habían calado dentro de ella.
Se puso las sandalias a salió a pasear en la oscuridad
pensando que solamente la luna llegaría a ser su confidente.




Y la vida siguió,
como siguen las cosas que no
tienen mucho sentido,
una vez me contó,
un amigo común, que la vio
donde habita el olvido.

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